jueves, 13 de octubre de 2005

Diario de viaje de Ángel: Lituania

12 de octubre

Mi retina se niega rotunda a dormir su resaca letona, de bares en el piso 26 de un hotel sobre la Riga vibrante y nocturna. Se niega rotunda porque esta Lituania recién penetrada me llama poderosa la atención. Veo millones de fotos continuas, aunque no las tomo ahora, las aprehendo hondas con su vidapalpitante y en su sentido amanecer.

Llanura verde y sonrosada por mi rubor.

Adoro este extraño sol que me sigue acompañando y que me colorea mágico siluetas preciosas y entornos mágicos de contornos encontrados en este dulce otoño cálido y caliente, por qué no, jeje.

Me asombro y me fascino... El color, la luz, sus facciones, su lengua, sus lenguas y cabellos, y ropas y ropajes, envolturas de suave enigma, las estructuras y casas, sus voces entonadas con leve cadencia y profundidad solemne.

La llanura verde y marrón atravieso, con sus ofertas de colores pastel, encendidos y mates a la vez.

Un pájaro planea paralelo.

Adoro hasta estos postes de la luz y sus cables, que me regalan formas y me dividen planos de cielo azul y claro. Nuevas esferas celestes y puras que adornan mi senda.

Esta cúpula es la que amo. Esta catedral es la que me gusta ver, visitar, sentir y vivir!! Estoy dentro y me encanta.

El autobús nos guía, con una bandera rusa en su fachada. Transporta nuestros sueños, que se desgajan contentos con la fricción de este aire lituano, y encuentran su sitio entre las vacas y pastos...


12 de octubre, mas tarde.

Rodeado de cruces, en este lugar tan especial y áureo.

Suena una radio lituana pero brilla en la escena un sol ibérico radiante, haciendo gala a su día de la hispanidad. Nos homenajeamos mutuos en brindis profundos de belleza virgen para mis ojos.

Su origen, de este lugar, de la colina de las cruces, se asocia con la represión violenta de un levantamiento popular en 1831. Pero, sobre todo, las cruces se fueron situando misteriosas, tras la muerte de Stalin y el regreso de muchos, de los que consiguieron resistir, de los trabajos forzosos, tan sociales y comunes!. Cruces en memoria de aquellos que ya no volverían.

Lo mágico fue la fuerza que desplegó este lugar frente a los infinitos intentos de la filosofía y maquinaria soviéticas por tratar de destruirlo. Inundaron el terreno, cerraron carreteras, paradas de bus, quitaron las cruces, quemándolas o fundiéndolas... pero siempre al amanecer (de nuevosentido) aparecían nuevas cruces... siempre.

Incombustible lugar infinito.

En 1975 desistieron en su obstinada e imposible batalla.

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