jueves, 15 de enero de 2009

Y la Crisis llegó al Este...

Pues estaba yo llegando hace un par de días a Riga por la noche, y me encuentro al pasar con el taxi por el centro que la parte vieja de la ciudad está llena de policías. Ante mi asombro, le pregunto al taxista, que me dice que hay una manifestación contra el gobierno, porque los jóvenes están pidiendo su dimisión, les culpan de la crisis...y han volcado varios coches de policía, les han tirado piedras (el centro histórico está adoquinado), y han detenido a un montón de tipos a los que les pueden caer hasta ¡¡¡15 años de cárcel!!! (para dar ejemplo, dicen). Además, ha habido saqueos de un par de tiendas donde se vende alcohol (todo un clásico). Eso en Riga, Letonia, en uno de los tres países bálticos donde la gente es muy tranquila, hay poca inseguridad ciudadana, y por supuesto, ¡nunca manifestaciones! Y me da por pensar.

Los países bálticos han tenido en los últimos años un fuerte crecimiento económico, alrededor del 8 o 10% anual (claro, la subida del IPC también iba a la zaga), una tasa de paro por debajo del 4%, gran afluencia de inversión extranjera y turismo... Pero han cometido el mismo error que en España, gran parte de la economía se ha basado en la construcción. Y tienen el mismito problema que en nuestro país, están sufriendo dos crisis al mismo tiempo, la interna, la de la vivienda, y la externa, el problema financiero mundial. Su crisis particular comenzó ya a principios de 2008. Por ejemplo, el crecimiento de Estonia bajo al 1% mientras el IPC seguía en los valores anteriores, sobre el 8%. Además, esto se une a los despidos: justo en enero del año pasado me decía un cliente que el país tenía un problema muy grave de mano de obra, faltaba gente para trabajar, ellos mismos no encuentraban personal suficiente para las tiendas y el almacén, y ni siquiera me hablaba de trabajadores con experiencia. En estos países no se plantean traer mano de obra de, como en España, Marruecos o Latinoamérica, ni pueden ofrecer un nivel de vida, salarios y cobertura social como en la Europa Occidental. Tampoco son países atractivos para la inmigración: un trabajador medio en estos países cobra el doble que en Rumanía, por decir un ejemplo, pero no el triple o cuádruple, y sin embargo el costo de la vida no se diferencia mucho del de Alemania. La poca inmigración ilegal que tienen son de ucranianos o bielorrusos y, como debido a la herencia de la Unión Soviética una parte sustancial de la población es eslava, rusos, que les dicen, pues hacen lo posible para que no les vuelvan a "invadir", no quieren quedarse en minoría dentro de sus propios países. La tasa de natalidad es parecida a la de Europa Occidental, una media de uno, o dos hijos a lo sumo.

13 de enero de 2009, una manifestación que degenera en un poco de violencia juvenil. Lo nunca visto. Hace un año se te rifaban en cualquier trabajo, y ahora mismo la tasa de paro ya ha subido al 8%, y vaticinan un 15% a final de año, y muchos letones vuelven a coger las maletas e irse a Gran Bretaña (tradicional mercado receptor de trabajadores letones y en general bálticos durante los últimos 15 años). ¿No se parece un poco a las causas ocultas que han provocado los tremendos disturbios en Grecia? Uno de los principales bancos se declara en bancarrota, el gobierno lo compra por un lat (1,43 euros) pero también se queda con la deuda, más de mil millones de euros. Y los dueños están libres en la calle, y todos lo saben. El estado recibe un préstamo especial del FMI por valor de varios miles de millones de euros (las cuentas públicas se asemejan a las de Islandia o Hungría, es decir, prácticamente en bancarrota) y después de varias semanas todavía no dicen qué van a hacer con el dinero, y la gente se indigna, y se entiende, porque te quema. Y por supuesto los bancos han cerrado el grifo del crédito, como en todo el mundo.

Sus vecinos rusos tampoco están para tirar cohetes, distinto collar pero las mismas pulgas: crisis inmobiliaria, reducción drástica del crédito y ascenso meteórico del paro. Pero en el caso ruso se unen otros factores, uno de los más importantes la caída drástica del precio del petroleo: recordemos que en julio de 2008 se llega al record histórico de 147$ por barril, en los últimos dos meses está fluctuando alrededor de 40-50$. La bolsa rusa en el último medio año ha tenido algunas sesiones de pérdidas tan salvajes que simplemente la cerraron varios días (???). El sistema bancario ruso es de risa, hay cientos de bancos, muchos de ellos con capital social de 3.000 euros (!!!). No es necesario contar la cantidad de bancos pequeños y medianos que han cerrado ya. Tras la decisión de la Unión Europea de garantizar en 100.000€ los fondos de ahorro de las personas físicas, y de inyectar una exagerada cantidad de dinero para sostener al sistema bancario (menudo robo), Putin decide hacer lo mismo, y le entrega a 3 bancos rusos una importante suma para que a su vez inyecten dinero en el mercado interbancario ruso, ¿y qué hacen éstos? Parte del dinero se sospecha que ha volado a paraísos fiscales, y el resto lo dedican a hacer unos préstamos de tasas de interés tan elevadas a los otros bancos que lo que están haciendo es fagocitarlos, buen negocio (esto me recuerda a que el Santander, tan afectado en bolsa, desde que empezó la crisis ha comprado dos grandes bancos en el extranjero, uno en Gran Bretaña y otro en EEUU). Y el colmo ha sido el comienzo, hace un mes, de la devaluación del rublo, no sé si interesadamente o por pura fluctuación de los mercados monetarios: si a principios de diciembre el cambio medio era de 1€=36 Rublos, ahora está sobre los 41/42. Eso hace que todas las importaciones se encarezcan. Si Rusia fuera un país occidental, podríamos decir que les podría venir bien para las exportaciones, tal y como ha estado haciendo EEUU con el dólar los últimos años. Pero el problema es que Rusia no va a exportar en la vida ni patatas. El salario medio es bastante bajo (un trabajador en la planta de Ford en San Petersburgo puede cobrar al cambio entre 300 y 500 $ al mes (dólares, no euros!!!). La gasolina, el gasóleo, la electricidad, el gas...sale mucho más barato, pero al final los costos de producción se sitúan más cerca de los alemanes que de los españoles. ¿Pochemú? que diría un ruso. Pues porque toda la economía es corrupta, todos quieren sacar tajada: hay que pagar sobres a los de la aduana, a los funcionarios, a la policía, al gobierno (local, provincial, regional.....al amigo de Vladimir y al primo de Paquito, a todos!!!). Y claro, así los costes REALES se encarecen entre un 30 y un 50% del coste real de producción...vaya panorama. Así que los amigos rusos también lo tienen chungo con la crisis.

Y no hablemos de Ucrania porque eso es ya para llorar. La corrupción no se puede ni describir. Los tres políticos más importantes, Yushenko, Timoshenko y Yanukovich no se ponen de acuerdo desde la Revolución Naranja de 2004 ni a la de tres. Están prácticamente sin gobierno y con un parlamento disuelto, a expensas de unas nuevas elecciones (ya no sé cuántas van en menos de cuatro años), pero no tienen dinero para organizarlas. Peleándose con los rusos por el gas, la grivna con una depreciación desde octubre de 2008 brutal y salvaje (de casi el 90%) y con un estado en bancarrota técnica...

¡Que Lenin nos pille confesados!