Los Juegos Olímpicos de Georgia

Y el mismo día que empezaron los Juegos Olímpicos en Pekín, comenzó el bombardeo de Tsjinvali. Es cierto que desde unos días antes los Osetios estaban intercambiando disparos con soldados georgianos. Tal vez incluso les apoyaban los cascos azules rusos, los pacificadores (permítanme la ironía). Pero así llevaban, escaramuza tras escaramuza, osetios, abkhazos y georgianos casi 20 años. La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos no necesitaba de un espontáneo, un Saakashvili cualquiera que ayudara a tirar petardos para hacer más emotiva la gran inauguración olímpica.
Vuelta a los tiempos de la Guerra Fría, se vuelven a dar de bruces en sus intereses los dos imperios consagrados como tales tras la derrota nazi de 1945. Los americanos, tan guapetes ellos, los salvadores, tras el derrumbe de la URSS trazan un plan, ir ganándole terreno e ir rodeando a los rusos, y tanto meditado como a la carrera, les sale en estos 4 pasos:

1. Guerra de Afganistán: su ejército en el centro de Asia, a tiro de piedra de China, Rusia, Irán, India, Pakistán, un chollo. Y todo con la excusa de los atentados del 11S. Y de postre bases militares aéreas en Repúblicas ex soviéticas como Kirguizistán y Uzbekistán;
2. Escudo antimisiles en Polonia y República Checa, una auténtica patraña y sólo con fines geoestratégicos, no militares, y menos con un objetivo defensivo;
3. Países Bálticos (ya captados para sus intereses, OTAN, UE) y con tropas participando en misiones internacionales (o sea, los americanos más el resto de amiguetes)
4. Georgia y Ucrania en la OTAN, lo que vulgarmente se diría como meterse hasta la cocina de Rusia. En esto están todavía, claro, hay que ir cavando el hoyo poco a poco bajo los pies de la gran madre Rusia, con cuidado, que igual el oso ruso espabila y te da un manotazo, que todavía, tras 20 años, tiene el orgullo mancillado pero ahora cuenta con petrodólares y gaseodólares a montones.

A los EEUU les interesa Georgia, y se aprovechan de su ególatra presidente (eso sí, elegido democráticamente) para sus fines. Saakashvili, educado en Ucrania y en Estados Unidos, casado con una holandesa, fue un estrecho colaborador del antiguo presidente, Shevardnadze, al que posteriormente derrocó mediante la Revolución de las Rosas. Desde que tomó el poder en 2004, ha ido escorando claramente hacia el lado americano, aumentando su poder con gran desparpajo, despertando entre sus propios ciudadanos tanto odios como amores. En enero de 2008 hubo unas segundas elecciones en las que salió reelegido, a lo que la oposición contestó con grandes manifestaciones, fuertemente reprimidas, y acusaciones de pucherazo generalizado, corroborado esto por las críticas de la OSCE, que no tuvo oportunidad de hacer una investigación en profundidad, pero que criticó gran cantidad de irregularidades. Durante estos años, Georgia ha aumentado increíblemente su presupuesto militar, un presupuesto desproporcionado para el tamaño y la población del país y su PIB. ¿Y a quién le han comprado todas las armas nuevas? Pues a los de siempre, sobre todo a americanos y un poco a franceses, británicos, etc. ¿Se han fijado ustedes, viendo las imágenes de la contienda, qué ametralladoras usan los soldados georgianos? M16 americanos. Y pensar que las variantes no licenciadas del AK47 se fabrican en medio mundo y por cuatro duros… ¿Saben que el ejército georgiano ha sido entrenado durante los últimos 2 años por instructores del ejército americano? ¿han aparecido acaso noticias en los medios occidentales de muertos americanos en la guerra con Osetia? (pocos negros y latinoamericanos creo yo que viven en Georgia) Yo los he visto en la televisión rusa, pero igual estaban mintiendo… Saakashvili es un pistolero armado por el amigo americano, que le da palmaditas y le promete el oro y el moro. Lo que no sabe Saakashvili es que el amigo americano tan pronto te da todo, como te lo quita y te deja con el culo al aire. Lo mismito que hacen los rusos, claro.

Y qué decir del amigo Putin (sí, hay alguien llamado Medvedev, pero creedme, no pinta nada de nada). Le ha venido de perlas. Ha estado presionando, ejerciendo de Berlusconi, o sea, de padrino, ejerciendo su protectorado sobre Abkhasia y Osetia del Sur. Ha encontrado la excusa perfecta para:

1. Dar una lección, primero a EEUU, la OTAN, UE, Occidente y todo el mundo, de que la Rusia de Putin ya no es la puta, perdón, la Rusia de Yeltsin, que en los 90 se vendía como una ídem a cualquiera. Y segundo, a las otras antiguas Repúblicas Soviéticas, para que se preparen por si a alguna otra le estaba entrando ideas levantiscas, es decir, acercarse profusamente a Occidente. Hasta el amigo Luka, el omnímodo presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, hermanita de la caridad como Putin, no se ha atrevido a apoyar abierta y públicamente a Rusia en su contienda con Georgia: cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Putin ha sabido jugar con los tempos, sabiéndose ganador de antemano, prometiendo, no cumpliendo, prometiendo otra vez. Ha bombardeado lo que ha y cuando ha querido (entre otras infraestructuras, el ejército ruso ha destruido la línea de ferrocarril entre Poti, uno de los dos puertos más importantes de Georgia, en el Mar Negro, y Tbilisi), ha retardado a conciencia la retirada de las tropas, practicando la archiconocida táctica de tierra quemada, con sus soldados campando a sus anchas (han robado y desvalijado todo lo que han podido en las poblaciones georgianas que han controlado). Ha encontrado la excusa perfecta para enfrentarse a la OTAN por su peligrosa expansión hacia el Este, la antigua finca del señorito ruso más caciquista. Y por supuesto, la prometida vendetta¸ la que le tenía jurada a Bush desde que auspiciara la independencia unilateral de Kosovo: hoy, 26 de agosto de 2008, han reconocido la independencia de las dos repúblicas levantiscas (creo escuchar los últimos y sublimes movimientos del Réquiem de Mozart).

Y lo de los medios de comunicación ya es la jartá de reír. Yo viajo por todos los países de la antigua URSS, Bálticos, Ucrania, Moldavia (lo del Transdniéster es otra historia interesante que comentaré otro día, ahí los rusos son los malos al completo), Asia Central, Rusia de arriba abajo y de lado a lado, y también Georgia. Hablo ruso, español e inglés (con lo cuál puedo acceder a una cierta variedad de noticias). Y les aseguro que nunca en mi vida he visto tal disparidad de opiniones en los medios de comunicación tanto en un lado como en otro. Es vergonzante. En Rusia por lo menos sabemos que no hay libertad de expresión porque es una dictadura putiniana (repito que Medvédev no es nadie, por cierto, recuérdenme que luego les cuente un chiste), pero aquí en Occidente, estamos tan influenciados por nuestros propios intereses (que casualmente suelen coincidir con los de los americanos) que la información llega igual de sesgada e intencionada que en Rusia, pero en la dirección opuesta.

Y en medio de todo esto, caos, desolación, millares de muertos, heridos y desplazados. Ellos no entienden de peleas entre Imperios, y ellos para los Imperios no importan nada.

No me resisto a recomendar un artículo aparecido en el periódico semanal en inglés MOSCOW NEWS de Moscú y otro más de El País.

Epílogo: un chiste que circula por Rusia. Protagonistas, Vladimir Vladímirovich Putin y Dmitri Anatólievich Medvedev:

Putin, al haber sido nombrado presidente de la Federación rusa Medvédev, quiere hacerle un regalo:
- Dima, tengo un regalo para ti que te va a encantar, mira.
Y le presenta el último modelo de Mercedes, un cochazo enorme y precioso.
- Siéntate, que es todo tuyo, sólo para ti.
Medvédev se sienta y alucina, todo el interior del coche está en oro, piedras preciosas y maderas nobles, un espectáculo.
- Vladimir Vladímirovich, no me lo puedo creer, gracias, muchas gracias, es una maravilla pero… ¡no tiene volante!
A lo que Putin, sin inmutarse, y al tiempo que le da palmaditas en el hombro, le contesta:
- Dima, no te preocupes, el volante se encuentra en las manos apropiadas.

Comentario: además de lo evidente, hay que prestar atención los detalles: Medvédev llama a Putin de forma respetuosa, como lo hacen los rusos, por el nombre y el patronímico, sin embargo Putin le llama por su diminutivo…

P.D. ¿entienden ahora por qué me descojono cada vez que uno de nuestros inteligentes analistas se pregunta si Medvédev tiene o logrará conseguir algún poder real dentro de Rusia?